Tu le das sueños a mi noche triste,
Sereno a mi mente cuando pensar duele,
tu eres cielo de estrellas cuando robo horas a la vida,
eres amor,
un pensamiento que da vueltas en el corazón,
tiempo sin tiempo que me lleva y me regresa en instantes,
amor eres mi silencio,
secreto en un verso,
mirada que se pierde al infinito,
deseo que corre en la sangre,
y se escode en un cajón.
eres alas que nunca volaron,
corazón que no sabe de razón
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Deseo...
Deseo en los dedos que van caminando,
deseo en el secreto que guardan los labios,
deseo en la piel, en mi cajon guardado
deseo en el secreto que guardan los labios,
deseo en la piel, en mi cajon guardado
Deseo de una noche con estrellas,
de los cabellos y las caderas,
deseo en el silencio de la mente
y olvidado entre los dientes
deseo en el silencio de la mente
y olvidado entre los dientes
Deseo caricia de la mano,
nostalgia del corazon,
suspiro del alma,
fantasia del cuerpo
nostalgia del corazon,
suspiro del alma,
fantasia del cuerpo
Deseo una vista al imposible,
un soplo al viento,
un sueño en la almohada,
oxigeno al ahogado
un soplo al viento,
un sueño en la almohada,
oxigeno al ahogado
Deseo un eco del pasado,
pasado, el deseo se muere
pasado, el deseo se muere
De poesia... JUNIO EN NOVIEMBRE
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía,
agua de mis imágenes, tan muerta,
nube de mis palabras, tan desierta,
noche de la indecible poesía.
Por ti la misma sangre —tuya y mía—
corre al alma de nadie siempre abierta.
Por ti la angustia es sombra de la puerta
que no se abre de noche ni de día.
Sigo la infancia en tu prisión, y el juego
que alterna muertes y resurrecciones
de una imagen a otra vive ciego.
Claman el viento, el sol y el mar del viaje.
Yo devoro mis propios corazones
y juego con los ojos del paisaje.
Junio me dio la voz, la silenciosa
música de callar un sentimiento.
Junio se lleva ahora como el viento
la esperanza más dulce y espaciosa.
Yo saqué de mi voz la limpia rosa,
única rosa eterna del momento.
No la tomó el amor, la llevó el viento
y el alma inútilmente fue gozosa.
Al año de morir todos los días
los frutos de mi voz dijeron tanto
y tan calladamente, que unos días
vivieron a la sombra de aquel canto.
(Aquí la voz se quiebra y el espanto
de tanta soledad llena los días).
Hoy hace un año, Junio, que nos viste,
desconocidos, juntos, un instante.
Llévame a ese momento de diamante
que tú en un año has vuelto perla triste.
Álzame hasta la nube que ya existe,
líbrame de las nubes, adelante.
Haz que la nube sea el buen instante
que hoy cumple un año, Junio, que me diste.
Yo pasaré la noche junto al cielo
para escoger la nube, la primera
nube que salga del sueño, del cielo,
del mar, del pensamiento, de la hora,
de la única hora que me espera.
¡Nube de mis palabras, protectora!
Carlos Pellicer
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